El próximo 31 de mayo, día en el que la Iglesia Católica celebra la festividad de la Visitación, se realizará un acto de entrega de Costa Rica a la Virgen María, a fin de pedir su intercesión por la Iglesia y el país.
En un comunicado de prensa, la Conferencia Episcopal de Costa Rica ha convocado a los fieles a realizar este acto de piedad, en donde vemos a María como “modelo de la Iglesia suplicante”.
“Pedimos que en todas las parroquias de nuestra Provincia Eclesiástica tenga lugar un momento de plegaria en el que depositemos nuestra vida en manos de aquella que vela maternalmente por quienes le fueron entregados como hijos”, expresaron.
Asimismo, reafirmaron que la Virgen María no solo fue la sierva obediente, quien con su entrega contribuyó a la obra salvadora de Cristo, sino que también “intercede constantemente para que los cristianos cumplamos nuestro compromiso bautismal”.
“’He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra’. Con estas palabras respondió la Virgen Nazarena al anuncio transmitido por el ángel, y en esos mismos términos podemos sintetizar lo que Ella significa en la historia de la salvación”, expresaron.
Además, exhortaron a que esta consagración sea “una decisión personal, libre, madurada en el ámbito de una visión precisa del dinamismo de la gracia”. Es decir, que los fieles participen “en plena conciencia de la responsabilidad que implica y poniendo toda su confianza en el Señor”.
La Conferencia Episcopal de Costa Rica explicó que el objetivo de la convocatoria es “manifestar que nuestra misión de pastores la desarrollamos siempre en comunión con el Magisterio universal”.
“De ahí que estemos asumiendo la indicación de que se reserve el término consagración a la ofrenda de uno mismo que tiene como término a Dios, como características la totalidad y la perpetuidad, como garantía la intervención de la Iglesia, como fundamento los sacramentos del Bautismo y de la Confirmación”, manifestaron.