A través de una rueda de prensa del 12 de julio, las autoridades a cargo del evento invitaron a los creyentes a participar de este camino de fe y así celebrar la gran fiesta nacional en honor a la Reina de Los Ángeles, Patrona de Costa Rica y conocida como “La Negrita”.
Asimismo, la Conferencia Episcopal de Costa Rica informó que las actividades iniciarán con la novena el 23 de julio y finalizará el 31 de julio, mientras que el 1 de agosto se celebrará el día del peregrino y se realizará la Misa de Vestición de la Imagen. Al día siguiente, 2 de agosto, se celebrará la Fiesta Nacional y el 3 será la pasada desde la basílica hasta la catedral. Finalmente, el 1 de setiembre será la pasada desde la catedral a la basílica.
El P. José Francisco Arias Salguero, rector de la Basílica de Los Ángeles, invitó a los asistentes a “emprender este camino que nos conduce hacia Cartago a llegar a la casa de nuestra Madre y en Ella encontrarnos y saber que Ella es la que nos lleva a Jesús, invitarle a ese peregrinaje, que sea un camino de encuentro con el Señor de la Salvación invocando la intercesión de la Virgen María”.
Asimismo, instó a los fieles a orar juntos por la familia durante las actividades de agosto, mes de la Familia, “teniendo muy presente el derecho a la vida”, y a utilizar un pañuelo celeste durante la novena o el peregrinaje.
“Quiero invitar a todos los peregrinos que este año con fe van a llegar hasta la Basílica Nuestra Señora de Los Ángeles en Cartago para que portemos un pañuelo celeste y así unirnos a la campaña con ‘María Celebramos la Vida’, unámonos y defendamos la Vida”, animó el secretario general de la Conferencia Episcopal de Costa Rica, Mons. Javier Román.Asimismo, la Conferencia Episcopal de Costa Rica informó que las actividades iniciarán con la novena el 23 de julio y finalizará el 31 de julio, mientras que el 1 de agosto se celebrará el día del peregrino y se realizará la Misa de Vestición de la Imagen. Al día siguiente, 2 de agosto, se celebrará la Fiesta Nacional y el 3 será la pasada desde la basílica hasta la catedral. Finalmente, el 1 de setiembre será la pasada desde la catedral a la basílica.
El P. José Francisco Arias Salguero, rector de la Basílica de Los Ángeles, invitó a los asistentes a “emprender este camino que nos conduce hacia Cartago a llegar a la casa de nuestra Madre y en Ella encontrarnos y saber que Ella es la que nos lleva a Jesús, invitarle a ese peregrinaje, que sea un camino de encuentro con el Señor de la Salvación invocando la intercesión de la Virgen María”.
Asimismo, instó a los fieles a orar juntos por la familia durante las actividades de agosto, mes de la Familia, “teniendo muy presente el derecho a la vida”, y a utilizar un pañuelo celeste durante la novena o el peregrinaje.
Por su parte, Rolando Rodríguez, alcalde de Cartago, dijo que la ciudad se alista un año más para recibir a romeros de todas partes del país y del mundo, quienes vienen a esta romería “cargados de entusiasmo y fervor por todos los favores que la Virgen les ha concedido a muchos, y por el amor que le tienen a la Virgen de los Ángeles”.
De acuerdo con las autoridades, el templo permanecerá abierto de 5:00 a. m. hasta 9:00 p. m. durante los días que se realice la novena. De igual manera, las confesiones se realizarán en el horario habitual.
De acuerdo con la Conferencia Episcopal de Costa Rica, “el 2 de agosto de 1635, una humilde joven que vivía en el lugar llamado la Puebla de los Pardos, recogía como de costumbre leña en medio del bosque. Sobre una roca, cerca de un manantial, se encontró una pequeña escultura de una mujer con un bebé en brazos. Decidió llevarla a su casa, donde la guardó en un cajón”.
“De este mismo modo sucedió al tercer día, pero esta vez la llevó al sacerdote de la localidad, Alonso de Sandoval, quien la guardó en un cofre, olvidándose de ella”, indicaron.
El sacerdote abrió la caja al día siguiente y la escultura no estaba. Por su parte, cuando la joven regresó al bosque encontró la imagen, y la llevó donde el sacerdote “quien la guardó dentro del sagrario”.
En esta oportunidad, cuando el religioso abrió el sagrario y no la encontró, expresó que “aquello era un mensaje de la Virgen María”. “Ella deseaba estar en el bosque, alrededor del pueblo pardo y los humildes”, afirmó.
Por ello, se construyó un pequeño templo en honor a la Virgen, lugar en el que se encuentra actualmente la Basílica Nuestra Señora Reina de los Ángeles.